martes, 24 de noviembre de 2015

Cándido, ¡rompiendo vajilla!

Un clásico es un clásico y Cándido y su cochinillo es a Segovia lo que Lucio y sus famosos huevos a Madrid. Es verdad que Lucio tiene a su favor que la vajilla al final del día la deja intacta, porque lo de Cándido es otro cantar.
Su madre, que en paz descanse, se debe revolver allí donde esté con la de platos que rompe a lo largo del día su hijo, pero su marido en la época fué un visionario y vió la rentabilidad de destrozar vajillas a precio de cochinillo, ¡no le salió mal la jugada!

Lo dicho, Segovia, Acueducto, un pequeño paseo por las distintas fachadas esgrafiadas de la parte antigua, cochinillo y vuelta. Vuelta a ser posible con parada en La Granja de San Ildefonso.




NUTRICIÓN

¿QUÉ? Pues oye, ya que estamos en Castilla, conveniente pedir unas sopas castellanas o más conocidas en mi tierra (Zamora) como sopas de ajo, un chute de energía con un ingrediente tan básico como el pan, ya sabéis que Castilla es muy austera. Por otro lado cochinillo, la corona de la casa. Un asado de carne blanca, rico, crujiente y nada pesado. Cualquier tipo de asado allí lo bordan, pero ir allí y no pedir cochinillo es como ir a París y no tomar un cruasán, perdón, croissant.

¿QUIÉN? Es genial si eres turista porque la localización y las vistas al acueducto son fantásticas. Perfecto para ir muchos, grupo de amigos o familia, allí entran todos. Para los amantes de los asados y cosas a la brasa aquí encontrarán un amplio surtido, y si eres de cuchara, los primeros y demás guisos serán tu mejor opción.

Situado en Pza Azoguejo 5, Segovia

viernes, 20 de noviembre de 2015

Ático, Ramón Freixa por las nubes

Hace un par de semanas, quedé con mi amigo "Quesito", de quenomeladenconqueso para comer en Ático de Ramón Freixa. Bueno mejor dicho, Ramón nos invitó a comer pero esta vez sin su presencia, que anda muy liado con el curro...Yo no lo conocía, en general no conocía el edificio que alberga un hotel, el hotel Principal. Arriba en el Ático se encuentra el restaurante con unas vistas inmejorables y con una terraza que si se puede alquilar por horas, que me alquilen un metro cuadrado todos los meses, ¡qué pasada!

El local tiene un rollo que me gusta, paredes grises, muebles de terciopelo rosa, mapas como cuadros y mucha luz, luz por todos lo ventanales del restaurante.




NUTRICIÓN

¿QUÉ? Croquetas de jamón, boletus o chipirón en su tinta para ir abriendo boca. La pata de pulpo con panceta y torreznos es necesaria pedirla, y no os asustéis por el contenido calórico que no es para tando. Interesante la menestra de alcachofas, o su versión de los huevos rotos. Todo para compartir, y que corra el vino.
En cuanto a los segundos yo me pedí presa ibérica lacada muy sabrosa la carne y acompañada de unas hojas amargas en la base, como bien dice en la carta, "para desgrasar".

¿QUIÉN? Si eres fanático de la comida tradicional aquí encontrarás este tipo de cosas, pero con un toque muy Freixa. Forofos del pescado bien cocinado, la merluza y el bacalao son top. Si tienes problemas de hipertensión, hay platos sin salsas. Amantes de las hamburguesas, tienen su especialidad con pan de cristal. Y aquellos que sean unos auténticos postrólogos, postres tradicionales como crema catalana, tarta de Santiago o agua de Valencia.

Situado en C/ Marqués de Valdeiglesias 1, Madrid

viernes, 13 de noviembre de 2015

Aire, para echar a volar de placer

Tenía unas ganas enormes de ir a este restaurante, y finalmente fuí.
Aire es un lugar cálido, perfecto en la época en la que estamos. Un lugar acogedor, troncos de madera, metal, y mesas antiguas, chimenea y una cocina abierta al público, algo muy poco habitual (aunque cada vez más visto) en Madrid.
Aire hace alusión a esa cocina de temporada, allí sirven todo lo que vuela, todo lo que tiene alas o plumas, todo lo que hace "pio pio", Aire es un restaurante al que hay que ir ahora.




NUTRICIÓN

¿QUÉ? Pues la ensalada de perdiz está genial, un bloque de foie con cebolla caramelizada muy bien conseguido y perfecto para compartir. La codorniz en tempura (foto) es algo obligatorio, es sabroso, jugoso y sí es tempura pero tan fino hecho que no se admite decir que es un plato graso.
Para uno mismo o en tema de segundos, se puede optar por los espetos o rotisserie como el pichón o coquelet con unos acompañamientos muy apetecibles, escalivada a la brasa o unas verduras al vapor, aparte de las famosas patatatas fritas.

¿QUIÉN? Los amantes de las aves, los cazadores de caza menor, en Aire encontrarán un lugar donde la jugosidad del animal pequeño es su base, el cocinado es su guinda. Si te gusta la cocina a la brasa, o si eres un carnívoro empedernido apuesta por los segundos, incluso por algún entrante.
Los japonísimos, las salsas tienen toques nipones y casan bastante bien con la carne, al igual que las especias (mucha hoja) que usan para aderezar los platos.

Situado en C/ Orfila 7, Madrid

martes, 10 de noviembre de 2015

¡Take a Chef!

Hace un mes mi amiga Chefi nos convocó a los colegas (sí, sí, entre colegas nos convocamos, esto ya funciona así) para que nos bloqueásemos un día de la semana para cenar, y según ella, "y hasta aquí puedo leer". Y tanto que sólo podía leer hasta aquí, que faltaba media hora para la cena y no sabíamos donde ir.
Las dudas se despejaron. Localización en la casa de sus padres, y la sorpresa es que Elena de Take a Chef, había venido a cocinarnos...pero, ¿quién es Elena?, mejor dicho, ¡qué es Take a Chef!




Pues Take a Chef es un ideón de la leche. Es un servicio de chef a domicilio, así de sencillo. Tu los llamas y te olvidas, bueno realmente le tienes que decir donde vives, lo único. El chef te organiza la cena, compra los ingredientes, los cocina, te prepara todo, y recoge la loza y demás maquinaria pesada al final de la cena, vamos que lo único que no hace es meterte el tenedor en la boca.
Elena fue nuestra chef esa noche, una tía dinámica, con carisma y un hacha en la cocina. Nos preparó una crema, un atún y postre incluido. Lo mejor de todo es que te vas de allí sin pensar en el marrón que le dejas a tu amiga por no recoger...¡o a sus padres!

viernes, 6 de noviembre de 2015

NIWA, desconexión a 50 minutos

Hace unos días me introduje en La Mancha profunda, concretamente en los campos de Guadalajara. Salida de Madrid con dirección a Brihuega, el jardín de la Alcarria por esos campos inmensos de lavanda que deben de ser una maravilla a principios de julio, con ese color...¡lavanda!, ese aroma, esos atardeceres...creo que he vuelto yo muy filosófico-relajado de Niwa.






¿Qué es eso de Niwa os preguntaréis? Es un hotel coqueto de tan solo 10 habitaciones donde la paz y la tranquilidad llega en bandeja, como la merienda que me pusieron en la mía nada más pasar la puerta de la habitación.
Un lugar de relax, de armonía, donde disfrutar de masajes filipinos, comida orgánica, y un maravilloso spa. Y sí, porque estás en un enclave inmejorable, en la mitad de la naturaleza.





Si de algo puede presumir Niwa (aparte de la variedad de fruta), es del dominio para que el cliente caiga en un estado de plenitud. Masajes desde el pelo de la cabeza hasta la uña del pie, masajes con miel (al día siguiente la desayuné obviamente), masaje antiiphone o con cáscaras de plátano, ¡allí nada se tira!
Maravilloso comer allí, dormir en su cama de 2x2, despertarte sin ningún ruido más allá de algún pájaro piando por el jardín, una chimenea...




Y referente a las frutas, los propietarios saben muy mucho de estos alimentos y el surtido por las mañana es generoso, y cuanto menos novedoso, ¿a quién no le gusta que le pelen la fruta? de esta manera creo que todos consumiríamos fruta...¡ay la pereza! Un buen desayuno por la mañana temprano y como no, ¡a entrenar!




Gracias a Nacho, el Personal Trainer de Niwa, tuve unos 90 minutos de entrenamiento extremo, TRX o ejercicios de crossfit, y es que aquí un servidor sigue teniendo una gran losa del verano, me veo que todavía no estoy en forma y los 30 están a la vuelta de la esquina.







Y después del entrenamiento, fui a visitar los lugares con más encanto de Brihuega, tomad nota porque es un pueblo con mucha historia, mucha piedra, lavadero de los de antes, y con un museo de miniatura, ¿es o no una pasada esta tienda de quesos del tamaño de media caja de zapatos?




Si tenéis ocasión o si necesitáis desconectar de un Madrid bullicioso, pesad que Niwa está a tan solo 50 minutos, nada más que decir.

martes, 3 de noviembre de 2015

La Candelita, producto y ambiente

La comida peruana está pegando mucho en Madrid, y el ceviche es como la croqueta para la gastronomía española, algo típico, recurrente y que a todo el mundo gusta.
Venezuela tiene una amplia gama de platos y de ingredientes que la hacen rica, variada y que no tiene nada que envidiar de sus casi vecinos los peruanos.

La Candelita es un restaurante que ofrece ese tipo de platos, un lugar agradable donde poder disfrutar de un menú del día con módico precio y donde el ambiente es tranquilo. Si vas con tiempo, prueba 2 cosas, algún coctel y los postres, vale, para compartir.




NUTRICIÓN

¿QUÉ? Aparte del ceviche exquisito (el maiz crujiente y la salsa sigue siendo la clave), podemos encontrar tequeños (queso blanco rebozado en harina de trigo), tiraditos, buenas ensaladas como la de quinoa, una ropa vieja muy interesante (muy cubano), incluso la picanha que me vuelve loco y que espero que se convierta en el "nuevo steak tartar", porque la carne es muy jugosa.

¿QUIÉN? Para los latinoamericanos aquí pueden encontrar su catedral ya que los platos son reales, non son fotocopias de los de LATAM. Celiacos con cuidados, porque desde los tequeños a las empanadillas vienen con gluten. Si eres de pescados elaborados, tienen desde rebozados, en salsa hasta en ceviche, y gama de blancos y azules. ¿Dulce y salado? perfecto porque en la ropa vieja (carne mechada con frijoles y plátano frito) podrás encontrar esa fusión.

Situado en C/ Barquillo 30, Madrid