sábado, 30 de junio de 2012

Nevada, EEUU #Ruta66

Nevada no está en ruta, es una extensión fuera de la Ruta66, pero teniéndolo a escasas millas, ¿quién no se va a acercar a Las Vegas?, no hay furgoneta/coche/moto que no se desvíe hasta el lugar del juego.




¡Welcome to Fabulous Las Vegas!, como reza el cartel, bienvenidos a la ciudad del "sexo, drogas y rock'n'roll", bueno, cambiamos el rock'n'roll por el juego, aunque sí es verdad que vimos más de un Elvis caminando por alli.




Creo que esta foto lo resume todo para mi. Tres huevos con tostadas y un café, vale que destaque la dichosa maquinita, pero esto es un blog de gastronomía, asi que me pondré serio y obviaré los detalles.

Venga no, voy a hablar de lo que hay que hablar en Las Vegas, y es que el nivel de ludopatía que puede llegar a tener alli la gente es impresionante, el estar a las 3 de la tarde, a las 8 de la mañana o a las 10 de la noche jugando, es una cosa soprendente, por no hablar de la cadeníta que le salía a más de uno del pantalón y que iba directa a la máquina unida a una tarjeta...




Visitar los diferentes casinos es la única atracción que se puede tener, si no te gusta el juego, y como es nuestro caso, la cosa estuvo repartida entre diferentes casinos. Es impresionante la recepción del Bellagio, son alucinantes los casinos de cada uno de los hoteles y más si cabe las tiendas que albergan en el interor.

De las 24 horas que pasé en Las Vegas, sólo recuerdo desayunar. Se pierde la noción del tiempo, porque te hacen la noche, el día y la ola si hace falta. Todo alli es una gran mentira, un gran decorado en el que todos participamos encantados, y ¡qué sería de Las Vegas sin eso!




Me resulta complicado definir Las Vegas sólo con un adjetivo más allá del exceso...es para ir y verlo por ti mismo, que no te lo cuenten.

¡Ay la virgen, si yo venía aqui a hablar de gastronomía!, bueno como os he dicho...sólo recuerdo desayunar.

viernes, 29 de junio de 2012

Arizona, EEUU #Ruta66

Si Nuevo México son indios, y Texas son vaqueros, Arizona es desierto, son espejismos a lo largo de sus carreteras y mucho, mucho calor.




Y digo desierto, porque llegó un momento en nuestro camino que la carretera se dejó de ver, todo era arena. Arena que unas máquinas retiraban a los laterales, ¡vaya aventura!, qué digo, otra más del viaje.




Al caso, llegamos tarde a Flagstaff, una de las ciudades más importantes del estado de Arizona. Tarde, cansancio...HAMBRE, el humor de uno persona antes de, y después de comer no tiene nada, absolutamente nada que ver, de ahi que Comiendo Se Entiende La Gente, pero eso es un capítulo aparte. Restaurante elegido, Outback.




Sopa del día, habitual en toda América. En este caso de patata, con patatas cocidas por dentro. Picatostes y demás sorpresas por encima hacían una sopa/crema de patata contundente pero con buen sabor.




Chuleta de no sé cuantas onzas (calcula unas 18oz), acompañada de nada, "no me traiga ni tabasco, ni la dichosa masa de patatas, ni caramelo, nada, sólo sal". ¡Habemus chulétun mejor del mundun!, me acordaré de ella toda la vida. De 10, bueno 9,5.




Al día siguiente nos tocaba un duro día de visita al Gran Cañón, por lo que había que tomar un buen desayuno basado, sobre todo, en proteínas. Elegimos un Dinner que había en ruta, caro, decadente y borde/sota/soez por parte de la camarera (sí, me he quedado agusto).




Tortilla francesa de jamón y champiñones con tostadas. El sitio tenía su rollo, era curioso verlo y por qué no decirlo, probarlo.




Como es habitual en mi hacer el indio, ahi me teneis, en la típica posición que dirían las abuelas "bájate de ahi que te vas a caer". El Gran Cañón del Colorado, inmenso, grandioso, mareante por sus dimensiones...¡lo que es capaz de hacer la naturaleza! Junto con Las Vegas, es de los sitios que no se pueden describir, tienes que ir alli.




Después de los varios kilómetros de excursión, perdón, millas, que estamos en América, fuimos a comer a Tovar que está dentro del recinto.




Me recordó a las típicas estaciones de esquí suizas con grandes vigas de madera centenarias, luz tenue y una buena chimenea. Camareros perfectamente almidonados como el mantel y las servilletas, un punto a favor.




Sopa de cebolla (aunque sea verano, sigo siendo un hombre de cuchara). De las mejores que he probado dejando de lado las de París, que son inimitables.




De segundo pollo con arroz y queso. Nada del otro mundo, aunque me gustó la combinación de pimiento rojo y queso fundido sobre el pollo, le da un sabor más dulce.




Resumiendo, hasta ahora es el mejor estado donde he comido, por su calidad, y por su simplicidad en los platos. Alguien decía por ahi que menos es más, en la gastronomía, no le falta razón.

miércoles, 27 de junio de 2012

Nuevo México, EEUU #Ruta66

Cuando eres pequeño juegas a indios y vaqueros, te montas tus propias películas subido a un caballo, en busca de los largos trenes que cruzan el estado americano de este a oeste...




...hasta que un día te haces mayor y aparte de hacer el indio a diario, puedes hablar con ellos en persona, el desierto es tu escenario habitual durante unos días y lo de las flechas es el pan nuestro de cada día.




Aqui estamos, en el sexto estado americano, Nuevo México. Vital, colorido y muy diferente a lo que hemos visto en el viaje, se nota que por sus venas corre sangre latina.
Santa Rosa, la primera ciudad que visitamos. Si me tengo que quedar con algo, es con su gente.




A escasos kilómetro de Santa Rosa, se esconde un curioso restaurante, Comet, en el que sirven como no, los platos más típicos de la zona.
Y como no podía ser de otra manera, lo más típico estaba alli, vaqueros en territorio indio. Un sitio de batalla del pueblo, con aires decadentes y que guarda ese encanto del lugar, de la gente que va alli.




De comida unas quesadillas acompañadas de un perfecto español, bueno de español, que es de agradecer.




Y unos burritos que me parecieron un poco grasientos, es lógico, no nos vayamos a olvidar que estamos, al fin y al cabo, en América.




Santa Fé, una ciudad de lo más activa, con mucho movimiento por las calles y con unas edificaciones cortadas todas por el mismo patrón, no parece que estés en Estados Unidos.




Como es lógico, en cualquier tienda que vayas te venden sus productos, productos que se podrían definir con una sola palabra, picante. ¡Viva el picante!




Albuquerque, hermana gemela de Santa Fé, exactamente igual. Me vuelvo a quedar con las construcciones y su colorido.




¿Pero, es verdad que guarda la esencia de México? Es verdad, los margaritas siguen estando igual de fuertes, y los tequilas vuelan en los bares.




Ahora, bien, será una pregunta boba, pero, ¿dónde están los indios, y no precisamente los de India? En Nuevo México, este estado reune a varias tribus de indios, desde Los Navajo hasta Los Zuni que fueron los que vimos y que nos hicieron la danza de la caza. Menos quedarnos a cenar con ellos, lo hicimos todo.
Gente amable, simpática, con ganas de aprender y que les cuentes, sorprendente. Nos comentaron que Los Navajo no miran directamente a los ojos...¡acojona!




Y por fin me pude comprar esta figura (un tanto hortera), ya que la última vez que estuve en México se olvidó comprar (es lo que tiene viajar con amigos, que te dedicas a otras cosas) y como aqui en Nuevo México son primos hermanos de los mexicano, simplemente separados por la frontera de las "espaldas mojadas" pues aqui tengo la figurita.

lunes, 25 de junio de 2012

Texas, EEUU #Ruta66

Ya estamos en la América profunda, el sol cada vez es más fuerte y los grados fahrenheit se acercan a los 100. Texas es el estado que más me ha gustado hasta el momento, el más auténtico, el más rico, donde los paisajes son de película, y donde la realidad supera a la ficción.




Uno de los paisajes más alucinantes es el Cañón de Palo Duro. Tras ver varios ranchos por la zona, entrar en alguno que otro y hablar con el correspondiente granjero, te topas con esta maravilla de la naturaleza...no quiero saber como será el Gran Cañón que veré en unos días.




En Texas, las gastronomía es muy diferente al resto de los estados, aqui le sobran las vacas, las tienen a patadas. Vale que guarda la esencia amerciana de "todo a lo bestia", pero aqui se nota que hay calidad. Me habían recomendado The Big Texan para ir a comer, sólo con verlo por fuera me podía imaginar el interior.




Cuando ves a un cowboy o a un vaquero, piensas que van disfrazados, pero cuando ves su sombrero, sus espuelas, sus pantalones con solera, ves que van en serio, que son así y los raros somos nosotros.
El interior aparte de estar lleno hasta la bandera, predomina la madera y una decoración típica del medio oeste.




Como no, me pedí ternera, una vaca que haga ¡muuu!, es decir, muy poco hecha, de una cantidad de 16oz, equivalente a 500gramos de carne. Diferente a la de España y muy sabrosa, no tiene nada que envidiar a la nuestra, aunque tiene un sabor como ácido que la hace más fuerte.
Bueno sí, va acompañada de lo típico, arroz, patatas o ensalada, a mi todo eso me sobra, ¡qué queréis que os diga!




Aqui veis el trono, en este lugar se sientan los más atrevidos, los que si comen 2kg de carne en menos de una hora con guarnición y todo, el restaurante les invita. Yo no lo llegué ni a intentar, no vaya a ser que pase la mitad del viaje en un hospital.




Una de las estampas, o de las cosas más tipicas de Texas, se encuentra a las afueras de la ciudad de Amarillo, son unos Cadillac que fueron incrustados en la tierra hace años y que hoy en día han sido tomados por el público como expresión callejera.




Y claro, si hablamos de expresión callejera, ahi que estoy yo dibujando el tenedor de Comiendo Se Entiende La Gente, echadle imaginación porque ni yo sé lo que dibujé. Próximo estado, Nuevo México.

viernes, 22 de junio de 2012

Oklahoma, EEUU #Ruta66

Cuarto estado de la ruta, Oklahoma, y claro, lo primero que hay que hacer cuando llegas a un sitio nuevo, es ir a comer, desde mi punto de vista, todo sea dicho. Ni cortos ni perezosos directos a desayunar.




Exactamente en Tulsa, la segunda ciudad más grande del estado de Oklahoma, se encuentra Tally's un lugar típico por sus desayunos. Recomendado por Fede (reportero de Callejeros Viajeros que casualmente hizo este reportaje) es uno de los mejores sitios de desayunos de la zona según me dijo él.




Mantiene esa decoración años 50, porque como todos sabemos, los americanos no tienen historia, mejor dicho, ¡esta es su historia!




Aqui un servidor optó por algo ligero. Huevos benedictinos con jamón, una salsa que se la ponen hasta a la sopa y unas patatas con queso. ¡No arruguéis la cara!, a mi lado la gente estaba desayunando hamburguesas con nachos y aros de cebolla por encima, ¡mi desayuno era de aficionado! Lo he dicho varias veces, mantenerse a base de esto, no puede ser sano.




Tulsa es una ciudad cómoda, con unos edificios espectaculares que no te esperas. Uno de ellos me recordó al hotel Plaza de Nueva York. Destacable la multitud de iglesias que hay por alli.




Una cosa curiosa y que no viene a cuento, es la actividad que se respira en las iglesias, se nota que son lugares vividos, no sólo por asistir a una homilia una vez al día como en España. Cuando estuve en Nueva York hace años, aluciné con el buen ambiente que se respiraba en la Catedral de San Patricio y en cualquiera que fueras. Soy una persona que no creo en Dios, pero si viviese en América iría todos los días a la iglesia sólo por sentirme como en casa. A ver si se lo aplican aqui en España (já).




Seguimos en ruta y llegamos a Oklahoma City, directos a comer a Ann's Chicken Fry House, otro lugar típico y otro sitio que me había recomendado Fede (es un chollo de tío).




Si tengo que destacar algo por dentro es la gente del lugar. Señoras mayores de 90 años, ¡90 años! y comiéndose una hamburguesa, ¡eso si que es para fotografiar!
Lleno de cosas, objetos de coleccionista, baños decorados al estilo Elvis...un sinfín de cosas.




Para comer, pollo empanado (el rebozado lo hacen con frutos secos molidos), verduras y puré de patata. En todos los sitios, te pidas lo que te pidas siempre tienes que elegir el tipo de patata y de verdura, es decir, el acompañamiento.




La camarera, una tía/señora de lo más graciosa, nos dijo que tenían apple pie, o pastel de manzana en español, es que en americano sueno muy bien.
Nunca la había probado y me resultó de lo más saludable comparado con todo lo que toman alli, eso sí, muy dulce para mi gusto.




Como el restaurante está lleno de firmas, no me lo pensé 2 veces e hice lo que pude.
Respecto a Oklahoma City, me recordó en cierta manera a Tulsa, eso sí, nada en especial que visitar, es más para caminarla.




Cruzando hacia Texas, visitamos el último pueblo, Texola, que casualmente coincidió que era un pueblo fantasma. De lo más interesante, la pena que todavía fuera de día.

jueves, 21 de junio de 2012

Kansas, EEUU #Ruta66

Pasar por Kansas y estar escasamente 2 horas. La Ruta66 pasa por el estado de Kansas, pero sólo comprende 16 kilómetros, en millas no me digáis porque las conversiones no son mi fuerte.




En Baxter, un pueblo prácticamente fantasma, fuimos a tomar algo al Cafe on the Route, veníamos desfogados y había que hidratarse un poco.




Por dentro un ambiente un poco angustioso, olor a comida y el típico sitio que cuando entras, hay 2 personas en todo el bar y te miran con cara de "¡qué haces aqui vaquero!". Na', no hay que decir nada de este sitio sinceramente, además no se enteraban de nada, les pedías algo y como que les daba miedo...no habían visto un turista en su vida.




Un par de sodas, un par de cervezas y un café helado, que esto tiene que continuar. Como curiosidad mencionar la carta del restaurante, ese periódico reune todos los platos que alli se sirven.




Apartir de aqui ya empieza a oler a rancho, a poblado indio, a "ponme un trago nena", ¡ya estamos en la América profunda!

miércoles, 20 de junio de 2012

Missouri, EEUU #Ruta66

La facilidad de pasar de un estado a otro, geográficamente me refiero, aunque el estado de cansancio también se nota. Dejando atrás Illinois, pasamos a Missouri, concretamente a St Louis, eso sí, unos kilómetros antes paramos a comer en el típico restaurante de carretera.




Coches aparcados a la entrada, bueno, coches que parecen camiones...llamémoslos furgonetas. Dentro del restaurante, un escenario de película americana, alli todo es típico. Típico el granjero con peto vaquero que viene a comer, típico el señor con pelo y bigote blanco y sombrero de cowboy, típica la camarera con la jarra de café en la mano y atípicos nosotros por ir alli a comer.




El lugar se llama Hen House Restaurant, sabes que vas a necesitar kilómetros de zapatilla para digerir eso, pero por lo menos que lo que comas sepa bien. Los aros de cebolla muy buenos, fish&chips de bacalao y alguna que otra hamburguesa. Buen precio y bien atendidos. Nada destacable, miento, para mi todo es destacable, pero esto es América.




Cargadas las venas de colesterol, pusimos rumbo a St Louis. Un gran arco de 192 metros de altura al que no merece la pena subirse, puede considerarse el emblema de la ciudad, o por lo menos lo más destacado a simple vista.




Y como no, lo más importante (con permiso del arco ya que los años pesan) es el río Mississippi, asi que ni corto ni perezoso lo crucé. El modo de hacerlo no fue a nado, pero había que probar el agua.
St Louis me resultó una ciudad muy industrializada, sucia y gris en cuanto al colorido de la misma y que el río está lleno de mierda, hablando mal y pronto.




En ruta, otra de las ciudades apuntadas como importante es la de Springfield, esta vez la de Missouri, nada que ver con la de Illinois. Me pareció un pueblo fantasma, no había nadie.

Si quieres ver a gente tienes que ir a las grandes superficies de las afueras de la ciudad...alli que fuimos, concretamente a un supermercado en el cual me llamaron la atención la multitud de bebidas refrescantes y no refrescantes que tienen y la otra razón por la que iba era para ver si "la consecuencia" de su alimentación se relaciona con "la causa" y la respuesta es que sí, blanco y en botella.




Y hablando de blanco y en botella me sorprendió la cantidad o la variedad de leche que alli consumen. Con chocolate, con vitamina D, con un 2% menos de grasa...y aunque no sea en botella, el formato es muy curioso, 236ml.




Una curiosa foto, de seudo participantes de preesing catch en versión obesa con sus correspondientes motos. En América todo, absolutamente todo es a lo grande.



Menos mal que siempre hay una pequeña tienda escondida en ruta donde te puedes encontrar pequeñas cosas que tienen un gran valor para el que las encuentra.