jueves, 19 de enero de 2012

Cuba, el Kosovo del Caribe

Lo dije en su momento cuando estuve alli y lo sigo repitiendo años después y es que la sensación de estar en La Habana, en Cuba en general, era de un país desolado por una guerra, pero en lugar de suceder en los Balcanes, ésta desolación transcurre con vistas al mar, con una gran dosis de mojitos, dientes de oro y parsimonia, más conocida como pasotismo por parte de cada persona que habita alli.
Pensé que era un país que después de reposarlo, me dejaría un buen sabor de boca y bueno...intento abstraerme, ser objetivo pero imposible, me cuesta verle el lado bonito que HOY EN DÍA pueda tener, aunque como siempre digo, hay que vérselo, y para eso estoy escribiendo aqui ¿no?, mi ilusión era verla en estado puro, con Fidel vivo, pero ¡joder!, la sombra del ciprés es alargada, a pesar de que lo hemos matado ya 3 veces por twitter.
Aún así tiene cosas muy buenas, gente de la que aprender y muchos rincones que fotografiar...lo que sí me hubiese gustado ver por un agujerito, era esta Cuba hace 40 años aproximadamente, ¡debió de ser de lo más interesante!




Esta foto desde el hotel lo dice todo (sí, el de la piscina soy yo, sí sí el que está saludando hombre). Una ciudad sucia que guarda en sus edificios la esencia de una ciudad que gozó de buena esperanza, de vacas bien gordas y de mucha música salida de instrumentos de viento (imaginaros a una banda tocando en el Malecón). Era una pena abrir por las mañanas la ventana de la habitación, podéis observar la suciedad que tienen los edificios, edificios majestuosos aunque prácticamente no hay nada que destaque en ellos, no hay unas ventanas, una fachada o unos remates de unas puertas que destaquen, era todo plano, eso, o le faltaba la mitad de la casa a la pobre familia que alli vivía, porque alli la gente vive como puede...¡pero son felices! O eso nos dijeron. Yo creo que son cómodos y no están por la labor de mover ni un dedo para que eso cambie. Bueno que me lio, que yo venía aqui a hablar de gastronomía.




Esta foto me parece preciosa por lo que recoge, calles de la ciudad donde se ponían puestos improvisados con verduras y frutas varias, en eso me recordó mucho a Brasil. Cajas y cestas coloridas llenas de comida, mejor dicho, de materias primas (algunas) con muy buena pinta. Tienen el problema del calor, por lo que los alimentos no les duran mucho. El ambiente de pasear entre los puestos, hablar con la gente del lugar es lo mejor, hay que mimetizarse siempre con el ambiente, no es bueno ir de turista, si no de viajero, pero que no se note. Te sentirás timado (y te timarán) pero eso es Cuba hoy en día. No seais reacios a comprar en los puestos, la fruta es muy buena, os lo aseguro.




Su alimentación se basa mucho en las frutas y las verduras, al igual que las legumbres y mucha mucha carne de cerdo. Tienen influencias españolas sí, aunque también dicen por ahi que basan su gastronomía en influencias africanas (no he visto yo mucho de eso...pero sí es verdad que mucho esclavo negro de África llegó hace décadas) y todo esto claro está, bañado por el Caribe, porque lógicamente es donde están situados y es la mayor influencia que tienen, esa fábrica de aguas cristalinas y paisajes alucinantes llamada Caribe.




Para nosotros, europeos refinados con prejuicios, seguro que nos horroriza ver esos puestos, donde te manosean la carne, y te la ponen en una bolsa de plástico y no en una ECOreciclada de 50 céntimos con dibujos ECOdivertidos para poder lucirla por la calle. Pues he de decir, que los mercados de La Habana los considero relativamente límpios, no es de lo peor que he visto por el mundo, vale, algún insecto habría por alli, pero prefiero comerme una mosca y no algunos alimentos procesados-manoseados-adulterados que nos comemos hoy en día y que nos parecen de lo más "bonito y perfecto" a la vista. Lo dejo que me estoy metiendo en un terreno fangoso...




Recuerdo salir del Capitolio e ir a comer a Los Nardos, un restaurante típico de alli donde van cubanos pudientes (fachada rosa en la foto, y ojo al dato, vaya cochazos). Una cosa que me sorprendió es que según seas turista (sí vale, soy turista) o residente de alli el precio no es igual. Había mucha madera tallada, poca iluminación porque primaban las velas. Buena atención...¿y qué comimos? Sopas varias, de fideos, de marisco y después pata de cerdo. He comentado que alli tiene mucho tirón el cerdo. A mi me gustó, con ese sabor típico que sólo me supo en Cuba y que todavía no sé que es. Las raciones muy abundantes y de precio en torno a 10€ por cabeza, bien para nosotros, pero para ellos es prohibitivo, malabares tienen que hacer con su cartilla de racionamiento, aunque son felices, vuelvo a repetir, ¡y muy listos!

Que ¿qué es la cartilla de racionamiento de alimentos? Pues una cosa que indica que algo va mal en el siglo XXI. Es una cartilla mensual que tiene cada familia y que incluye lo siguiente:
- Unos pocos frijoles
- Huevos
- Aceite
- Bollo de pan (diario)
Muy triste cuando lo cuentan...¡¡¡Cuba libre!!!, ¿de verdad?



El Asturianito, otro restaurante situado concretamente en la primera planta de un edificio situado por el centro. Al ver donde está el restaurante, piensas, ¿me tengo que poner un casco por si parte del edificio cae sobre mi?, pero no, al segundo día ya estás curado de espantos, ya estás más que curtido. No pedir camarones, son insípidos. Por supuesto otro sitio típico típico al que hay que ir es a La Bodeguita del Medio a probar los mojitos, dicen que son los mejores, no lo niego, aunque seguro que a estas alturas de la película debe estar más que prostituido, en el buen sentido de la palabra, seguro que todo quisqui va alli.

Un lugar que me gustó mucho, fue comer en el Hotel Ambos Mundos, sitio inspirador donde Hemingway escribió alguna de sus novelas. Buenas vistas ya que ves toda La Habana.




Lógicamente soy un turista más y a los 4 días corrí que me las pelaba a Varadero, a ponerme la pulserita del todo incluido, vale de estar en guardia todo el día, necesitaba desconectar de la civilización, que me lo dieran todo hecho y que la preocupación de cada día fuera ir al chiringuito a tomarme un mojito, porque hay que hidratarse (me parecieron muy light la verdad).

Resumiendo un poco toda esta parrafada, Cuba es un pais donde su gente es su mejor valor, donde sus fortalezas y edificaciones necesitan una pronta restauración y un lugar que "huye" del turismo aunque haya 4 gatos que se aprovechen de él. Alli el turista campa a sus anchas con la gente del lugar, lo único que los hace diferentes son las cámaras olympus y la cara de despistados que tenemos. Y hasta aqui puedo leer.

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