Empezamos el año a lo grande. No podía ser de otra manera que con un estrella Michelín, ¡así soy yo!
Hace un par de meses, en nuestro fin de semana de desconexión en Puente Romano, pudimos degustar entre otras cosas de un gran restaurante que lleva años haciendo las maravillas a extranjeros veraneantes de Marbella, y a gente de toda la vida del lugar. El Lago se posiciona como un "to do" de allí, para ir en familia o en pareja. Un enclave precioso, agradable y con unos productos novedosos, y no sólo por el producto en sí. ¡Bienvenidos a El Lago!




















Un auténtico espectáculo de productos de altísima calidad y buenas técnicas a la hora del cocinado. Sorprendente el milhojas de pollo escabechado y foie, el tomate seco con queso de cabra y acompañado con pesto de rúcula, membrillo y praliné de frutos, muy visual y divertido.
El chivo Payoyo, la especialidad de la casa y una auténtica delicadeza para el paladar, con crema ahumada. Los postres sorprendentes, pero me quedo con el falso limón de chocolate blanco, ¡un auténtico trampantojo para la vista!

Si estáis por Marbella, y queréis disfrutar de El Lago (en ambos sentidos), reservad y contad con tiempo para disfrutar, este tipo de comidas no se ventilan en una hora.